México empezó a experimentar el nacimiento del ecosistema Fintech a principios de la década pasada, por iniciativa de algunos emprendedores visionarios. En 2016 se empiezan a observar las primeras imágenes de una industria ya con miras a consolidarse, con empresas referentes a transmisión de pagos (Clip), préstamos (Konfio), crowdfunding (Kubo Financiero) e intercambio de criptomonedas (Bitso). Demostrando al país que el sistema financiero con el que contábamos necesitaba renovarse y mejorar para beneficiar al mayor número de población posible e incluyéndolos en un sistema que no los representaba, esto sin afectar la rentabilidad de la que se había disfrutado por tanto tiempo.
Cada vez fueron más personas que pudieron tener acceso a tarjetas de crédito y débito, habitantes de zonas donde los bancos no podían meterse o no eran suficientemente rentables han entrado al sistema financiero. Las nuevas financieras empiezan a otorgar préstamos como un externo inteligente capaz de analizar y colocar créditos con modelos que los bancos, por tener sistemas antiguos (digitales y humanos) no podían colocar. Surge el crowdfunding, al cuál lo podemos ver cómo el sistema necesario para que todas las personas puedan acceder a inversiones alternativas de acuerdo a sus gustos y necesidades (sectores, plazo, riesgo) y para que empresas en crecimiento puedan obtener métodos alternativos para financiarse. Adicionalmente surgen los exchanges de criptomonedas, los cuáles nos han dado muestra de lo que es un mercado descentralizado en el que se puede almacenar e intercambiar valor a través de activos digitales como el Bitcoin y el Ether.
A pesar de los muchos cambios, estos solo son la superficie. La verdadera evolución del sistema financiero se encuentra en la intersección de la tecnología blockchain, el dinero y los activos (reales y financieros).
En un siguiente artículo continuaré hablando del tema de blockchain y el dinero. Por ahora deseo hablar de aquello que pocos hablan y sin embargo tendrá un efecto enorme sobre el mundo que conocemos: los activos digitales.
Pequeñas, medianas y grandes empresas… prepárense.
Intro: ICOs
A finales del 2017 e inicios de 2018 hubo un boom que nadie habría conceptualizado, aproximadamente 875 empresas alrededor del mundo levantaron 6.2 billones de dólares a través de sus computadoras. En promedio 7.11 MDD cada una. Gente de todo el mundo empezó a realizar distintas inversiones alrededor del globo terráqueo. Sin intermediarios, sin barreras físicas, legales y temporales.
Esto representó un cambio completo en la percepción del método y los requisitos necesarios para poder invertir/ser invertido, pero lo más importante…” ahora podemos pensar en un grado mucho más elevado de diversificación del capital”, lo que nos favorece por los siguientes dos aspectos:
- Obtener retornos superiores y desarrollo económico en puntos del planeta en donde el dinero, inversionistas y servicios financieros no llegan tan fácilmente o no les interesa llegar, y más importante aún,
- la capacidad de darle una mayor liquidez a instrumentos que antes pensaríamos sumamente ilíquidos, como un edificio propiedad de una sociedad o de una persona que por supuesto no podría venderse en mercados públicos.
Claro que también se mostró como una prueba clara de por qué es importante que exista supervisión y una sana regulación al respecto. Muchos proyectos, que no fueron bien custodiados, resultaron ser fraudulentos y los directivos de los mismos se fueron con muchos millones en las bolsas.
¿Qué es la Tokenización?
Poniéndolo de forma simple, el proceso de tokenizar consiste en darle una identidad digital a un activo escaso. Puede ser una acción, un bono, un hotel, tierra, plata, CDOs, MBS, you name it. Mediante un acuerdo legal, el token se vincula a aquello que representa y puede ser transferido de una cartera digital a otra en poco tiempo. Diciéndole adiós a procesos legales lentos, y dándole la bievenida a la transmisión de activos con certeza jurídica inmediata.
La tokenización de activos dentro del blockchain nos ofrece un mundo nuevo de posibilidades.
Un caso de uso real que, manifiesto, es mi favorito es en el sector inmobiliario. Para ejemplificarlo utilizare el siguiente caso:
Existe un edificio de departamentos en la CDMX con una ocupación plena cuyo propietario es una sociedad o una persona y su valor estimado es de 100 mdp. Esta persona, para empezar, tiene un mundo de compradores muy pequeños y que seguramente buscarán pagar lo menos posible por el inmueble. El propietario está condenado a las siguientes opciones:
- Mantener su propiedad y en consecuencia los flujos que esta le produce,
- Vender, probablemente con un descuento considerable, según la situación del mercado a alguna persona o empresa interesada y despedirse de su exposición a un edificio con una ocupación plena (costo de capital),
- Si no es una de estas, bajo las opciones tradicionales, no considero a las otras como una opción eficiente.
Ahora, con la tokenización, la propietaria tiene una nueva opción:
- Vender de forma fraccional su propiedad a una o millones de personas, definamos un límite sano para el mercado.
Esto trae un mundo nuevo al propietario:
- Vende el 30% del edificio, para poder invertir en el nuevo desarrollo inmobiliario o empresa que hizo que considerará vender una parte de su edificio con una ocupación del 100% a tarifas buenas competitivas del mercado, y mantiene el 70% dentro de su patrimonio para poder seguir con esa posición.
- Un precio de venta más justo: tener más compradores potenciales que además tendrán una liquidez (decente, no inmediata al inicio) llevará al precio al que vende a un nivel justo. Además de que puede ir vendiendo de poco en poco y medir realmente el apetito del mercado.
- La existencia de un mercado secundario, le dará algo que antes no podía imaginar. Su edificio será “marked to market”. Usted sabrá cuánto vale su participación según la última transacción realizada. ¡Qué belleza! ¿No?
En el lado contrario, los inversionistas interesados ahora pueden acceder a un edificio con una ocupación plena y una tarifa atractiva que no podrían comprar individualmente, en los mercados públicos, o a través de fondos o fibras (porque el edificio no entra dentro del objeto de inversión de dichos vehículos) y recibir un Cap Rate con algunos puntos porcentuales más alto que las fibras, porque el dueño vendió a un precio que le convenía, sin ser castigado, pero a la vez también justo para los compradores. Al menos yo no pagaría ni recomendaría pagar un precio que me hiciera recibir lo mismo por comprar un edificio que por un portafolio de edificios en una fibra. De esta manera, de hecho, podría ampliar mi horizonte de inversión con nuevas alternativas.
Además, al usar blockchain, el emisor sabrá perfectamente, en forma inquebrantable y en el momento preciso, quienes son los acreedores y en que porcentaje de cada activo, así como su valor de venta y otros datos importantes. Esta tecnología, modificará los mercados privados de activos que antes eran ilíquidos y la capacidad de movimiento del dinero alrededor del mundo. Además de que procesos obligatorios relacionados a KYC y AML pueden integrarse de forma amigable y segura.
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