Por Francisco Richardt
En la última década, distintos vehículos de inversión se han hecho disponibles para gran parte de la población debido a que se realizan de manera digital, soportado por procesos tecnológicos muy avanzados que incluyen ciberseguridad, inteligencia artificial, Big Data, entre otros. En consecuencia, las inversiones son cada vez más rápidas, ágiles y al alcance de todos, ya que se puede invertir en diferentes ciudades y países, sin la necesidad de estar presente en el lugar. Además, no hay necesidad de estar enviando y recibiendo contratos para firmar, sino todo se lleva desde la comodidad de cualquier dispositivo en una computadora portátil, un celular o una Tablet.
Pero antes de continuar, definamos a detalle qué significa ser una Fintech; es la combinación de servicios financieros con herramientas tecnológicas. Desafortunada y erróneamente en México, se ha delimitado a startups y empresas Fintech reguladas por la Ley Fintech y la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), las cuales solo abarcan dos tipos de modelos de negocio:
- Instituciones de Financiamiento Colectivo (Crowdfunding)
- Instituciones de Fondo de Pago Electrónico (Wallets o Monederos Electrónicos)
Sin embargo, los servicios financieros tecnológicos están cambiando lo que usamos y consumimos, dado que trata de solucionar necesidades de una forma más rápida, barata y simple. Muchos de los rubros donde ya se están aplicando son:
- Medios de pago
- Préstamos en línea para personas físicos y/o morales
- Contratación de seguros
- Asesoría de seguros, ahorros e inversiones
- Comparativa de productos financieros
- Herramientas de finanzas personales
- Aplicaciones para compra/venta de criptomonedas
- Inversiones en la Bolsa de Valores
- Calculadoras y proyecciones financieras
Por desgracia, la creación y especialización de los diferentes servicios financieros, obligan a los usuarios y consumidores a estar buscando cuál es la mejor alternativa dependiendo su necesidad específica, lo cual lo vuelve muy confuso y nada ágil. Asimismo, no existe una estrategia integral óptima que sea ofrecida por ninguna institución u organismo.
Si nos centramos en el tema de inversiones específicamente, no es la excepción a la regla. Existen infinidad de vehículos de inversión que tienen diferentes características que no siempre se apegan a las necesidades de los inversionistas.
Por otro lado, la educación financiera que tenemos en México, y en general en Latinoamérica, es muy deficiente. Nunca nos enseñaron de finanzas personales y mucho menos de inversiones.
¿Entonces cómo podríamos identificar qué modelos de inversión son los óptimos para nuestras necesidades? La respuesta es muy sencilla, para poder maximizar nuestras inversiones tenemos que hacerlo a través de los instrumentos de inversión más seguros y conocidos con estrategias muy específicas: instrumentos financieros e inmobiliarios.
Estos instrumentos de inversión deben contar con una estrategia integral que cubra todas nuestras necesidades y nos ayude a maximizar nuestros rendimientos, pero a la vez, nos genere una tranquilidad financiera para poder afrontar cualquier problema. La estrategia integral consiste en tres rubros:
1. Necesitamos invertir en instrumentos financieros a través de la Bolsa de Valores, ya sea por medio de fondos de inversión (ETFs), acciones de empresas, bonos corporativos, Certificados de Tesorería (CETES) o cualquier otro mecanismo de renta fija o variable que se nos presente. El objetivo principal, es que el capital que destinamos en este rubro lo tengamos líquido en un lapso máximo de 72 horas para poder afrontar cualquier emergencia u oportunidad que se nos presente. Una de las principales ventajas es que si hacemos aportaciones periódicas (la recomendación es hacerlas mensuales), podemos aprovechar el interés compuesto y que los mismos intereses se estén reinvirtiendo a lo largo del tiempo.
Es muy recomendable asesorarse adecuadamente con gente calificada (Cédula A1 para Aseguradoras o Certificación AMIB, Figura 3 para manejo de cuentas en Casas de Bolsa).
Es muy recomendable asesorarse adecuadamente con gente calificada (Cédula A1 para Aseguradoras o Certificación AMIB, Figura 3 para manejo de cuentas en Casas de Bolsa).
2. Necesitamos invertir en instrumentos inmobiliarios para crecer nuestro capital y multiplicarlo de manera acelerada. Los bienes raíces son muy nobles y la plusvalía se puede aprovechar con el paso del tiempo.
Los modelos típicos de inversión en este rubro son invertir directamente en un Fideicomiso, en el famoso “Equity” (o Capital de Riesgo) para la construcción de cualquier tipo de inmueble ( bodega, local comercial, torre de departamentos, casas, naves industriales, entre otros). Otra opción podría ser comprar un inmueble en preventa y esperar uno o dos años a que la construcción termine y revender (la plusvalía habrá sido muy alta si es que el proyecto fue exitoso), o bien, optar por los remates bancarios y/o judiciales que prácticamente son cesiones de derecho litigiosos o adjudicatarios y tienen un excelente margen.
3. Una vez que tenemos un capital interesante, necesitamos invertir en instrumentos inmobiliarios que nos entreguen un flujo de efectivo constante a través de rentas, con ello lograremos tener ingresos pasivos y comenzar a generar una tranquilidad y estabilidad financiera. Si repetimos el proceso de crecer el capital y constantemente estamos invirtiendo en activos que den flujo, en un mediano plazo los ingresos pasivos pueden estar al mismo nivel que los ingresos activos (es por el cual intercambiamos nuestro tiempo y esfuerzo por ganar un sueldo, honorario, dividendo dentro de una actividad empresarial). Los mejores modelos de inversión que generan flujo de efectivo en el ramo de bienes raíces, son los de Pool de Rentas. Estas juntan varios inversionistas y se dividen el promedio de lo que hayan obtenido de las propiedades, así no dependes únicamente de tu inversión sino de la de todos.
Ahora bien, los tres rubros están entendidos, entonces surge una de las preguntas más comunes, ¿cómo es que las startups o empresas Fintech pueden ayudarme a maximizar mis ganancias con estos vehículos de inversión (instrumentos financieros e inmobiliarios)? Esto se logra al invertir en empresas que cotizan en la Bolsa de Valores de Estados Unidos, Europa, China; invertir en un proyecto en la Ciudad de Guadalajara (si es que vivieras en la Ciudad de México); adquirir una propiedad o una fracción de una propiedad en la Riviera Maya que te entrega rentas vacacionales, o bien, en un proyecto de Co-Living en Guadalajara. La tecnología ha permitido hacer inversiones en diferentes lugares y desde la comodidad de nuestro hogar.
Finalmente, todo esto suena maravilloso, pero también implica mucho trabajo y diferentes startups o empresas Fintech para gestionarlo, además de que se puede invertir demasiadas horas para una sola persona o inversionista.
¿Existirá una sola plataforma tecnológica que cubra los 3 rubros para no estar brincando entre aplicaciones y lidiando con diferentes asesores/agentes? La respuesta es sí, y lo puedes hacer a través de un Family Office Fintech que incluso vaya más allá de sus funciones y te ayude con temas fiscales, de seguros, consejos de administración y gobierno corporativo.
Francisco Richardt
CEO de FINDIS y autor del libro: “Inversumidor”.