Por Benjamin Guerrero Verdin
En un mundo aparentemente globalizado donde las tecnologías deberían llegar a todos los rincones del planeta, persiste la indiferencia por potenciar el desarrollo en ciertos lugares mayormente marginados porque no existen intereses económicos, políticos y religiosos que muevan. Esto tiene un nombre y se llama Brecha Digital.
La brecha digital es desigualdad en el acceso, uso o impacto de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) entre grupos sociales, si leemos bien, es una forma de exclusión social.
A los grupos sociales dentro de la brecha digital, se les ha dado la fabulosa clasificación con base a criterios económicos, geográficos, de género, de edad y culturales.
Tipos de brecha digital
Brecha digital de Acceso: se refiere a las posibilidades que las personas tienen de acceder a estos recursos entrando en juego las diferencias socioeconómicas entre las personas y los países.
Brecha de uso: es la falta de competencias digitales que impide el manejo de la tecnología.
La brecha digital también consiste en carecer de internet y en la incapacidad para usarlo, aquí también se generan desigualdades donde la línea es mayor en los grupos menos favorecidos, poblaciones más pequeñas, zonas marginadas de difícil acceso, solo se les visita casualmente cuando hay intereses políticos de por medio o grandes negocios potenciales.
En el mundo, más de cinco mil millones de personas cuentan con internet; pero el acceso es muy desigual, ya que mientras en Norteamérica es de 94.6 %, Europa 93 %, en África apenas llega al 39.3 % de la población y en América Latina 68.9 %.
Sin menospreciar, se pensaba que las Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC), serían la solución para la brecha digital erradicando el retraso en los sectores sociales, y poblaciones de los distintos países donde es aguda esta exclusión social, creando por necesidad e impacto, la “Brecha Digital Financiera” ya que hasta en las comunidades más pequeñas hay microeconomía y recursos financieros que mover de salida o entrada.
La desigualdad ha persistido a pesar del tiempo y de los avances tecnológicos, esta problemática sigue ya que no hay acceso a infraestructura y por lo tanto equipamiento, provocando que la marginación limite la comprensión en el uso de las tecnologías.

La brecha digital financiera refiere aquellos grupos sociales identificados principalmente como aquellas personas que no tienen el conocimiento para utilizar los servicios financieros en línea por no tener acceso a una conexión por internet adecuada, computadoras laptop, de escritorio, dispositivos móviles.
En estos grupos, se ha sumado otro grupo muy excluido; la tercera edad y ancianos, ya que son discriminados por la falta de entendimiento, pericia, dificultad de uso de sistemas, cajeros automáticos, paciencia para comunicarse a los teléfonos de servicio al cliente, la poca tolerancia de atención personal por empleados de sucursales bancarias u otros servicios financieros, ausencia de sucursales. A estos se les ha agregado también el sobrenombre que, más bien, parece apodo de “analfabetas digitales y financieros”, el cual me parece grosero, grotesco y racista, un sobrenombre creado por los «expertos».
Toda esta carencia de capacitación, conocimiento, habilidades para manejar productos y servicios financieros provoca ese riesgo inmediato total a los errores en transacciones, exposición a fraudes, estafas, hasta suplantación de identidad.
Desde el nacimiento de Internet por allá de 1991, hubo un auge en el crecimiento y desarrollo de tecnologías que principalmente fue aprovechado por las grandes empresas de comunicaciones y el sector bancario internacional.
Posteriormente, como se ha comentado en otros artículos, el emprendimiento y la tecnología, han jugado un factor importante y de rompimiento, en el actuar de crear nuevos servicios digitales con sorprendente innovación, donde nacieron jugadores realmente agresivos, provocado la “Era Fintech”.
El comienzo de la “Era Fintech” tiene sus orígenes en la crisis financiera global de 2008 que fue cuando se desarrollaron plataformas digitales para redes sociales, análisis de Big Data, inteligencia artificial, aplicaciones móviles. Esto potenció un ambiente muy favorable en tierra extremadamente fértil para que las Startups pudieran lanzar al mercado sin parar servicios innovadores.
En este flujo de innovación e inercia, se creo un ambiente muy propicio para poder penetrar la brecha digital financiera movilizando recursos emprendedores aportadores de soluciones tecnológicas financieras los productos Fintech. Esto ha significado un reto importante para las Instituciones de Servicios Financieros que ni les pasaba por la mente la “disrupción”, misma que se ha convertido en gran preferencia de un altísimo grado de usuarios del sector financiero ya que se sienten identificados en ambientes amigables, agradables, conectividad casi en cualquier lado a internet, sin complicaciones, sin burocracia, sin ejecutivos intolerantes, sistemas o procesos que parecen incompetentes.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID), clasifica el número de Fintech en el tamaño de economía de cada país, las mejoras regulatorias que han permitido servicios simplificados, normas claras y leyes que hacen fácil el funcionamiento de las actividades comerciales, productivas y de servicio en este caso las Fintech.

El 80% de las Fintech se concentran entre Brasil (31%), México (21%), Colombia (11%), Argentina (11%) y en Chile (7%).
Estos desarrollos en el mercado financiero han hecho un gran trabajo en acortar la Brecha Digital y la Brecha Digital Financiera, sin impedimento de fronteras ya que con un teléfono móvil y una App se tiene la extensión directa al servicio adquirido, servicio no discriminatorio, barato, y sencillo de utilizar.
Fintech es una forma de superar barreras, de integrar la exclusión social no atendida por instituciones financieras y gobiernos. Aunque es un camino donde se han dado pasos gigantes, aún falta muchísimo por recorrer porque la Brecha Digital y la Brecha Digital Financiera se ha reducido, pero lenta o a veces muy lentamente. Afortunadamente existe el imparable Sector Emprendedor que lanza cada minuto desde productos experimentales hasta herramientas de inmediata aceptación.
