Por Fernando Padilla
Como ya sabemos, Fintech es esta nueva ola de empresas y modelos de negocio que combinan los servicios financieros con la tecnología. La palabra Fintech, hoy en día se ha vuelto una palabra de moda dentro del ámbito financiero y empresarial en el mundo; y el sector financiero, no es ajeno a lo que está sucediendo en todos los giros y a todos los niveles. “La uberización de las Finanzas”, la disrupción del mundo financiero, la democratización del dinero y el acceso al crédito, sobre todo, para un país como México donde el acceso al crédito, principalmente para personas físicas y PYMES es escaso, y muchas veces, caro.
En México se ha hablado mucho de la Ley Fintech; las reglas de operación desde la esquina de la autoridad, para este tipo de empresas, le brinda certeza y fuerza al sector, tanto para usuarios como para inversionistas que están hambrientos de entrar a esta industria, la cual prevé que se vengan un gran número de nuevas empresas que buscan satisfacer un mercado insatisfecho. Inclusive, no parecería raro que en breve, México se posicione como la empresa líder y número uno de empresas Fintech en Latinoamérica, y además uno de los principales jugadores del mundo.
Todo esto traerá más participantes al mercado, nuevos jugadores, más inversiones, y por ende, mayor inclusión para las personas y las empresas en todo México, porque a través de la tecnología los servicios pueden ser más baratos, sencillos, accesibles y rápidos.
Es un área de mucha oportunidad, pero detrás de todo esto, hay algo importante que todo mundo debe conocer y entender.
Primero, hay que entender que, en el mundo financiero, de las transacciones de dinero, Fintech o tradicionales, hay empresas dentro del sistema financiero y fuera de él. Existen varias leyes del sistema financiero, leyes que protegen y amparan a las empresas y sus usuarios, las cuales debemos entender muy bien porque todo se basa en transaccionar con dinero, de una u otra forma, lo cual siempre es un tema sensible. Siguiendo con el tema Fintech, en México tenemos una Ley relativamente nueva, que es conocida como la Ley Fintech, que busca traer regulación e incluir a varias de las empresas Fintech en el sistema financiero.
También hay que reconocer que toda esta facilidad que nos dan las nuevas herramientas tecnológicas, además de traer muchas oportunidades para todos, también trae muchos riesgos, porque puede ser fácil que algunos (no con tan buenas intenciones) aprovechen la moda de la tecnología. Por lo anterior, hay que entender la famosa Ley Fintech y al sistema financiero.
La Ley Fintech solo es aplicable a algunos modelos de negocios Fintech, no a todos, lo que quiere decir que la palabra FINTECH es mucho mayor y representa mucho más que la regulación o la Ley Fintech. A estas empresas reguladas se les llama Instituciones de Tecnología Financiera (ITF).
De manera muy sencilla, la ley cubre solo estos tres modelos de negocio Fintech:
- Instituciones de Fondo de Pago Electrónico (IFPE): estos incluyen monederos electrónicos o wallets, muchos conocidos como NEO Bancos, entre ellos; Albo, Broxel, Tudi, Mercado Libre, etc.
- Instituciones de Financiamiento Colectivo (IFC) o Crowdfunding: no son otra cosa que plataformas donde personas y empresas que quiere poner su dinero a trabajar, con personas y empresas que necesitan dinero, es decir, eliminar al banco de en medio, la desintermediación de los créditos o las inversiones. Hoy hay distintos tipos de plataformas de crédito, préstamo, arrendamiento, de copropiedad o de acciones. Ejemplo: Lendera, Briq, Prestadero, Yo te presto, entre muchas.
- Por último, la Ley Fintech considera una opción de empresas que entrarían a un sandbox, que se puede entender como un espacio para cualquier modelo innovador financiero, que no exista hoy, para que entre la supervisión y la regulación. Es decir, cualquier cosa que no exista hoy, y que mañana cualquier persona pueda inventar.
Por otro lado, en México, existe dos leyes principales que regulan a todas las entidades que se encuentran en el sector financiero, ya sea bancario o no bancario, “La Ley General de Organizaciones y Actividades Auxiliares de Crédito” y la “Ley de Instituciones de Crédito”. Como columnas vertebrales, tiene dos objetivos primordiales; la protección al sistema financiero mexicano contra el Lavado de Dinero y Financiamiento al Terrorismo, y en segundo lugar; la protección al usuario de los servicios financieros de todo el sector. Prácticamente, los Bancos, las SOFOMES, las SOFIPOS, los Asesores Financieros, las casas de cambio, etc., son reguladas bajo estas leyes.
Es decir, el mundo Fintech es mucho más amplio que la Ley. Por ejemplo; hoy podemos ver Bancos Fintech, SOFOMES Fintech como Konfio, Credijusto, Pretmex, Capital Tech, SOFIPOS Fintech como Kubo Financiero, entre otras. Cada sector del sistema financiero, bajo regulaciones distintas a la Fintech.
Para terminar de entender al sector, también hay una gama de otros jugadores, que brindan servicios financieros, pero que no entran dentro de ninguna de las leyes del sector financiero, que operan como S.A. de C.V o S.A.P.I de C.V. Principalmente, muchas de ellas podrán ser empresas Fintech, es decir utilizan tecnología para brindar sus servicios. Algunas de las empresas que dan préstamos online, que no entran en esta nueva Ley Fintech, y que no son SOFOMES o SOFIPOS, y la Ley que los regulara, es la de cualquier comercio, la ley mercantil, que no es que este mal, pero no está adaptada para operar productos financieros y sobre todo no basa su creación en defender al usuario; al cliente de servicios financieros, lo cual deja una puerta abierta para los que quieran abusar, dejando empresas que no estén reguladas por ninguna ley financiera.
Por ejemplo, hay empresas para transaccionar activos virtuales como el Bitcoin, ripples, etc., que aunque estas, estaban consideradas inicialmente en la Ley, se dejaron fuera para una siguiente etapa, las cuales se encuentran en una etapa gris regulatoria, y que sin embargo no dejan de ser empresas Fintech.
Por lo anterior, se debe tener mucho cuidado e investigar, sobre todo cuando se quiere usar toda esta ola de nuevas empresas tecnológicas. Hay que entender bien qué tipo de empresa es, si será una empresa regulada por la Ley Fintech, si es una entidad financiera formal del sector financiero, regulada como SOFOM o como banco, o bien, si es una empresa fuera de la ley financiera y el sistema financiero.
Mide tus riesgos al transaccionar y siempre intenta entender quién está detrás del negocio, qué experiencia tienen y aprovecha la tecnología y la era de la información para investigar sobre la empresa antes de cualquier operación.
Hay que entender que las oportunidades no son mágicas y siempre debes investigar a profundidad.