Por Gabriela Salazar Torres y Miguel Ángel Acosta Cordero
Con el crecimiento del comercio electrónico se han desarrollado de manera paralela mecanismos de pago que buscan hacer del proceso de compra una experiencia más sencilla para el consumidor y que ayuden en la toma de decisiones al momento final del proceso de compra, es decir, en el momento de la aplicación de los pagos.
Gran parte de los usuarios que hacen compras en internet y añaden productos a su “carrito o canasta de compras” terminan abandonando la compra por diversas razones, que pueden ir desde considerar que los productos o servicios son muy caros, llegar a la etapa de pago y darse cuenta que se han agregado comisiones u otros cargos no contemplados por el usuario o bien, por no encontrar un proceso de pago adecuado.
Según estadísticas del sector, menos del 20% de los usuarios de plataformas de comercio electrónico concluyen el proceso de compra. Como mencionamos antes, una de las principales razones por las que no se completan las transacciones en línea es la falta de opciones de pago, o bien, la falta de liquidez del usuario.
El esquema Buy Now Pay Later (Compra Ahora Paga Después) o BNPL, por sus siglas en inglés, llegó para jugar un papel importante en el rompecabezas de pagos de compras en línea y en tiendas minoristas.

BNPL es un servicio financiero que consiste en el otorgamiento de créditos de corto plazo, que permiten a los clientes realizar compras y pagarlas a plazos, en amortizaciones iguales y sucesivas, sin incurrir en el pago de intereses.
Este sistema supone una forma de hacer pagos financiados por parte de los usuarios, sin la necesidad de recurrir a los métodos de financiamiento tradicionales, con lo que se otorga a los usuarios la facilidad de los pagos de sus compras en línea, con el beneficio de las cuotas mensuales y la eficiencia y rapidez de las compras en internet.
Este tipo de préstamo al consumo ha impactado de manera importante el comercio electrónico en nuestros días pues, con esta solución a disposición de los consumidores, la tasa de abandono de compras antes referida ha disminuido hasta en un 35%.
Según reporta PwC, el sistema BNPL tiene diferentes modelos de negocio, entre los que se incluyen:
- Aplicaciones (Apps): Permite la compra de productos y servicios en plataformas de comercio electrónico o mediante la generación de códigos QR para el uso en tiendas.
- Tarjetas: Otorga la posibilidad de generar una tarjeta física que puede utilizarse para transacciones en tiendas y en línea, en donde la plataforma BNPL actúa como acreditante.
- Extensiones en navegador: se trata de la integración de BNPL en el proceso de compra de los usuarios, en donde, a través de una extensión se pone a disposición de los usuarios al momento de hacer el “checkout” para dar inicio al proceso de pago.

El modelo que se está utilizando en gran parte del sistema de comercio electrónico en México es el relativo a las extensiones en navegador, pues actualmente muchos sitios de comercio electrónico de distintas marcas han optado por facilitar a sus usuarios la opción de BNPL al momento de pagar los productos. Este modelo es el que ha impactado de manera positiva en la tasa de compras efectivas en los sitios web.
BNPL y su influencia en el sector Fintech
El modelo BNPL ha beneficiado a un gran porcentaje de consumidores que corresponden a la población “no bancarizada” y que no cuentan con historial crediticio, así como a usuarios que si bien cuentan con una tarjeta de débito, no cumplen con los requisitos suficientes para obtener una tarjeta de crédito.
Por su parte, las entidades crediticias que operan en el sector fintech con el modelo BNPL, han jugado un papel importante al abrirles las puertas a los usuarios no bancarizados o sin acceso a otras opciones de financiamiento.
Además, gracias a que las empresas fintech que operan bajo el esquema BNPL suelen no cobrar intereses por el financiamiento que otorgan a sus usuarios, éstos tienen acceso a créditos competitivos, mientras que las fintechs acreditantes obtienen sus ganancias de las comisiones que cobran a los comercios por procesar las transacciones en las que participan.
Además, como se mencionó, si bien, las entidades fintech que operan bajo el esquema BNPL suelen no cobrar intereses ordinarios o tarifas a los consumidores, sí cobran comisiones o intereses moratorios altos para el caso de retraso en los pagos.

En países como México, el otorgamiento de préstamos o créditos no se encuentra condicionado a la obtención de autorizaciones gubernamentales y únicamente requiere el cumplimiento de normatividad específica que está principalmente enfocada a la protección del consumidor, a que el usuario conozca con claridad las características, los plazos y costos de los servicios de financiación que va a contratar, y a aplicar medidas de prevención de lavado de dinero.
Como se puede observar, el esquema BNPL representa una alternativa novedosa de financiación que reporta diversos beneficios para los usuarios de plataformas de comercio electrónico y comercios minoristas, para los propios comerciantes y para las entidades crediticias, sin embargo, al implementar este modelo crediticio, se deberá cumplir con la regulación aplicable en cada jurisdicción donde se lleve a cabo, cuidando siempre los intereses del consumidor y las obligaciones frente al regulador.

Gabriela Salazar Torres
Socia fundadora de RNMS Abogados. Abogada egresada de la Escuela Libre de Derecho con amplia experiencia en derecho financiero, en la regulación Fintech, fondos de inversión y start-ups. Ha asesorado en proyectos de Blockchain, además de asesorar a entidades para la obtención de la autorización para operar como instituciones de tecnología financiera. Es co-autora de libros en materia bursátil y de Prevención de Lavado de Dinero
Miguel Ángel Acosta Cordero
Licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo, Maestro en Administración Pública por el Instituto Nacional de Administración Pública y estudiante de la Maestría en Derecho de las Empresas por la Universidad Anáhuac. Actualmente forma parte del despacho RNMS Abogados.
